Una reforma "necesaria, oportuna y responsable"
El apoyo del PP a la reforma constitucional es una nueva muestra de sentido de estado, de consenso y de espíritu de diálogo.
La reforma garantiza el Estado de Bienestar:
No puede haber política social sin politica económica: "Nada pone más en riesgo el Estado de Bienestar, nada amenaza tanto las conquistas sociales, nada perjudica tanto a los ciudadanos, como unas cuentas públicas insostenibles. (..) No hay política social si no se aseguran los recursos para mantenerla. El resto serán promesas vacías de un día pero recortes injustos del día siguiente."
No puede haber política económica sin política social: sólo olvidandose de los más débiles y de las generaciones futuras se puede sostener una política económica basada en el crecimiento ilimitado de la deuda.
La reforma obliga al rigor presupuestario:
La reforma obliga a los gobernante a vivir el espíritu que llevan años aplicando las familias españolas: no gastar lo que no se tiene.
La reforma anticipa la independencia económica de las políticas del PP.
La contención de la deuda evita que la economía española esté en manos extranjeras y que, como está sucediendo, las decisiones vengan impuestas desde el exterior.
Refuerza la coordinación entre administraciones:
Se exige a las CCAA exactamente lo mismo que lo que se exige al Estado, del que forman parte.
Se contempla un amplio margen normativo para que cada CCAA lo dote de efectividad.
Se avanza en la senda de la consolidación atonómica.
El apoyo parlamentario ha sido mayoritario:
Por cada diputado que se ha opuesto a la reforma, 20 han votado a favor.
Representan al 90% de los ciudadanos.
El Partido Popular ha sido previsible, consecuente y fiable.
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